“LA HISTORIA COMPLETAMENTE INCOMPRENSIBLE HECHA POR GENTE ABSOLUTAMENTE MAL DE LA CHOTA”
Había una vez, un ermitaño fumeta en un paisaje lleno de nubes de colorines. Este ermitaño -que, como todos los ermitaños vivía en una cueva más bien oscurita: la Batcueva - era un conocido brujo que se divertía haciendo pociones para dañar a los demás. Pero había una niña normal, llamada Andrea, que siempre fastidiaba sus planes... Jaume, el Ermitaño Oscuro, quería matarla...
Pero un día el ermitaño enfermó debido a una esquizofrenia paranoide y las nubes de colorines se volvieron grises por la pérdida de porros magia. Y la niña completamente normal, Andrea, se aburría “mogollón” y fue en busca de algo que sirviera para curar al ermitaño PESADO e IMBÉCIL. Así que salió del pueblo en busca de nuevas aventuras...
Yendo al pueblo, la niña perfecta y completamente normal, se encontró a un anciano, un pederasta Tío Mu Raro que traía un molinillo de colores chachi-piruli. Andrea le preguntó al anciano inteligentísimo para qué servía el molinillo de colores chachi-piruli...
El Tío Mu Raro le explicó que el molinillo además de ser bonito también servía como vórtex capaz de transportarte a cualquier época, pero su poder era incontrolable y te hacía tener sueños bizarros. La niña normal le narró al anciano la historia de Jaume el Ermitaño Oscuro con esquizofrenia paranoide y los dos se fueron en busca de la cura...
Entonces, la extraña pareja tuvo que parar para comer, pero no encontró ningún sitio en el que tomar algo. Justo cuando estaban pensando en comerse las caquitas de vaca flores del camino, notaron un viento huracanado y oyeron: ACHICORIA FREJQUICAAA! RECIENG ARRANCÁ MOZAAA! No podía ser! Era la zumbá, que corría como loca vendiendo achicoria…
Corriendo como loca la zumbá, tropezó con una tortuga. Se cayó de bruces y se le esparció toda la maría achicoria por el suelo. De pronto, de detrás de una china piedra de colores salieron dos individuos (hombre y mujer) mal vestidos, mugrientos, andrajosos y con pelos de locos, emos. La extraña pareja estaba formada por un hombre llamado comúnmente Chusma de Barrrraca y una mujer adicta a las agendas en época de exámenes, que necesitaba un chute (pero ella venia de la alta burguesía). Así, los mugrientos empezaron a ayudar a la zumbá, pero en realidad querían agendas para la drogata de clase alta. “Paaaayoh! No tengdrá unah agendicah pa’ mi shurcolega?”...
La zumbá se levantó, asustada, y les dijo que no tenía agendas, pero que al fondo a la derecha había un puesto de Kebabs. Ellos se dirigían a comer cuando, con un destornillador mágico, la zumbá les convirtió en el señor y la señora Ornitorrinco. Jugaron a cartas y bebieron ponche. Luego los metió en una Poke-Ball (Honorball) y siguió vendiendo achicoria…
En aquel momento el anciano rarote y la niña completa y absolutamente normal le pidieron a la zumbá que fuera con ellos. Les iría bien su mercancía hiperactividad. Pero entonces ocurrió lo peor… Salió un extraño ser, que pretendía hacer una espectacular doble piruette y caer en una T perfecta, pero acabó cayendo de culo diciendo “Sabía que me caería, ¡lástima que la visión llegara tarde!” Él era… Pitoniso Yafarito! (Servicio a caminillo). Era un reputado adivino muy gay un poco metrosexual que iba todo depilado…
FIN DE LA PRIMERA PARTE...
(más en la próxima hora de inglés o de alguna clase aburrida con un profe que sude de nosotros)
1 comentarios:
Adoro esta historia... si algun día me hago famosa la publicaré para que los niños puedan entender los perjudicios de la droga... SÍ!!
hahah gracias Ll :)
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